Entrevista a Carlos Martínez, delegado del
sindicato Asociación Obrera Textil y
trabajador de la fábrica SNIAFA (Sociedad Nuevas Industrias
Argentinas Fibras Artificiales)
En el 2010, 180 trabajadores de la fábrica textil SNIAFA (Sociedad
Nuevas Industrias Argentinas Fibras Artificiales), ubicada en la localidad
de Hernández, sufrieron el cierre de la misma, sin posibilidades de reactivarla
por culpa de la mala imagen de la empresa y por falta de fondos. Hasta
entonces, el predio se encuentra en situación de remate, y los ex trabajadores
realizaron una Olla Popular, para visibilizar la problemática, recibir a los
interesados en la compra de la propiedad y esperar una solución.
“Tenemos toda la expectativa en el remate de la fábrica el
próximo 27, vinieron un par de referentes de empresas textiles interesados en
el predio”, explicó Carlos Martínez, en su diálogo con Comunidad al
Palo!, remarcando que eso no implicaría que el comprador ponga en
funcionamiento la empresa. Sin embargo, los trabajadores, no pierden las
expectativas de que la misma sea reactivada, recuperando de ese modo, su fuente
de trabajo.
Además comentó sobre la situación en la que quedaron los
obreros y las dificultades que se les presentan a la hora de buscar empleo: “el
promedio de la gente que estaba en la fábrica era de 18 años de antigüedad, por
lo tanto cuando quedaron desempleados, tuvieron muchos problemas para
reincorporarse a otras fábricas, por lo general toman gente joven, así que
imagínense la situación”.
De este modo, aguardan el remate que se llevará a cabo el 27
de noviembre, como una posible salida a la problemática de la falta de trabajo.
“Hace más de tres años y medio que estamos padeciendo esta falta de trabajo”,
agregó Martínez.
“Chocamos frente a una pared”
El 13 de Mayo de 2010, resultó ser una fecha gris para
aquellos obreros que contaban con una fuente de trabajo. Desde entonces, los
mismos se organizaron para ocupar el predio, cuidarlo, y en el trayecto,
conformarse como cooperativa. Pese a las buenas intenciones, los ex empleados
de la fábrica, vieron frustrado el intento por la falta de dinero para comenzar
el emprendimiento, la desconfianza de los clientes a causa de la mala imagen
instaurada por los dueños, y las deudas que mantenían antes del cierre, entre
ellas, la de EDELAP, empresa que dio el primer paso al cortarles el
suministro de energía eléctrica por falta de pago.
“SNIAFA ya era mala palabra para el Ministerio
de Producción y para el Banco Provincia, principal acreedor. Tenían pagos sin
concretar, entonces era imposible obtener la confianza de los clientes o
préstamos, la imagen era pésima, y mientras tanto había trabajadores que tenían
ganas de poner la fábrica en marcha”, comentó el delegado.
Debido a esto, los obreros optaron por iniciar las acciones
legales correspondientes, esperando que se lleven a cabo. Por lo pronto, el
remate vendría a saldar una deuda, ya que parte de la plata se destinaría
a solventar los pagos correspondientes.
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