Entrevista a Rosaura Barletta, parte del grupo de
familiares y amigos de Luciano Arruga que acampan en el ex destacamento
policial de Lomas del Mirador.
El Equipo
Argentino de Antropología Forense (EAAF) inició el martes 19 de noviembre los
peritajes en el ex destacamento policial de Lomas del Mirador, donde fue visto
por última vez Luciano Arruga en 2009. El comienzo de esta investigación era
uno de los reclamos del grupo de familiares y amigos del adolescente
desaparecido, que llevan más de un mes de acampe en la parte delantera del
edificio en el marco de la Campaña por el
derecho a saber.
“Es
un avance muy grande en relación con el derecho a la verdad”, dijo en Comunidad al Palo! Rosaura Barletta, que
forma parte del grupo que realiza la vigilia. En ese sentido, consideró que el
inicio de los peritajes tras 35 días de acampe, dos años de reclamos y habiendo
transitado todos los pasos institucionales posibles es “esperanzador” porque
demuestra que “tenemos el poder de cambiar las cosas”; aunque también es
“triste” porque hay familias que respetan las instancias institucionales y “no
obtienen ninguna respuesta”.
Familiares y amigos de Luciano Arruga en el acampe en el ex destacamento de Lomas del Mirador. Fuente: La Garganta Poderosa. |
El equipo forense comenzó la investigación por orden
de Juan Pablo Salas, juez federal n° 1 de Morón, que está a cargo de la causa.
Primero removerán los escombros y limpiarán el lugar; luego, procederán a
identificar huellas e incluso posibles restos óseos. “El peritaje viene a dar
una certeza total –afirmó Barletta– porque se trata de una excavación. Se va a
terminar de saber si Luciano está ahí, qué sucedió con él y si hay muestras de
ADN que cotejar”.
La
importancia del peritaje forense radica en que va a “terminar con las dudas”
que existen en relación al ex destacamento como sitio de prueba. “Todos tienen
derecho a saber qué pasó con Luciano; no es un patrimonio nuestro”, sostuvo
Barletta. Asimismo, remarcó que “tenemos
la misma incertidumbre que cualquiera” y que por eso “estamos tratando de
manejar la información con prudencia”. “No queremos que nuestro mensaje
político termine en conjeturas personales”, expresó.
Peritajes anteriores
El
peritaje forense no es el primero que se lleva a cabo en el ex destacamento de
calle Indart. El primero de ellos se realizó con perros adiestrados y arrojó indicios
positivos en la comisaría, en un patrullero y en Monte Dorrego, un descampado cercano. Este tipo de rastreos tiene
una exactitud del 80 por ciento.
El segundo
se hizo con luminol, un líquido que reconoce sangre que no puede apreciarse a
simple vista. Se efectuó en 2011, dos años después de la desaparición de Arruga.
“Las paredes del destacamento estaban llenas de sangre, pero por el tiempo
transcurrido no se podía comprobar si era de Luciano”, expresó Barletta.
Por
último, la tecnología del geo-radar también dio resultados positivos:
identificó movimientos de tierra en ex la dependencia policial.
El “espacio para la
memoria”
La otra
exigencia que llevó a los familiares y amigos de Arruga a realizar la vigilia
es que el lugar donde funcionó hasta 2011 la comisaría donde detuvieron al
joven se convierta en un “espacio para la memoria” una vez finalizados los
peritajes forenses. “Para esto necesitamos que el poder político nos firme un
comodato, que es la figura legal por la cual podríamos acceder a la casa antes
de que se efectúe la expropiación”, explicó Barletta.
El
secretario de Derechos Humanos de la Nación, Martín Fresneda, visitó el lugar
del acampe y se comprometió a cumplir con este segundo reclamo. Según contó
Barletta, la Secretaría emitió un comunicado oficial en el que afirma que las
organizaciones podrán disponer del ex destacamento una vez finalizados los
rastreos.
Barletta fue muy crítica respecto del
desempeño de los funcionarios públicos en la causa Arruga. “En un principio
estuvimos dispuestos a negociar determinadas cuestiones y a compartir
actividades con el Estado –señaló–, pero después entendimos que no está preparado para trabajar con
familiares de víctimas de violencia institucional”.
Por tal
motivo, señaló que quieren “trabajar con independencia del Estado”. “Es
lamentable, pero no nos vamos a arriesgar a trabajar con personas que nos han
faltado el respeto”, finalizó.
La causa
Luciano
Arruga desapareció el 31 de enero de 2009, tras ser secuestrado en Lomas del
Mirador –partido de La Matanza– por efectivos policiales que, según afirman sus
familiares y amigos, lo habían obligado a robar.
Recién a
principios de este año la causa evidenció algún movimiento. En febrero cambió
de carátula: de “averiguación de paradero” a “desaparición forzada de persona”;
además, por decisión del Ministerio de Justicia y Seguridad provincial, ocho
efectivos de la Policía Bonaerense fueron separados de la fuerza por estar
sospechados de haber detenido ilegalmente y torturado a Arruga.
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