El jueves 8 de mayo se realizó la charla-debate “Habitar la ciudad después de la inundación”, en el marco del ciclo de
debates Territorio organizado por el Centro de Investigaciones Populares (CIP). El disertante del
encuentro fue Jorge Ernesto Gil, arquitecto especialista en Impacto Ambiental
Territorial e integrante del CIP, quien analizó las obras realizadas por la
Provincia y el Municipio a más de un año de la catástrofe del 2 de abril de
2013.
En ese marco, el especialista en Impacto Ambiental Territorial opinó en
diálogo con Comunidad al Palo! que
“lo más complicado” del proyecto será la relocalización de las familias que
habitan en las cercanías del arroyo Del Gato, ya que “es muy posible que sus
márgenes se vuelvan a ocupar”. En tal sentido, aclaró que según las leyes de
hidráulica vigentes debe quedar una zona libre de ocupación que, con el curso
de agua canalizado, no podría ser menor a los 15 metros.
Otra de las etapas del proyecto que aún no se iniciaron es la construcción
de derivadores en las calles 143 y 131, que toman las aguas de los arroyos Pérez
y Regimiento respectivamente. Su función sería que el agua de esos cursos naturales
no entre en la ciudad y llegue al arroyo Del Gato más fácilmente.
Parte de las obras actuales ya habían sido previstas y presupuestadas por la Dirección de Hidráulica en 2010 pero se
modificaron o ampliaron a partir de los efectos sufridos el 2 de abril. En tal sentido, Gil ejemplificó que “en la
zona de 68 y 31 el agua nunca había pasado de la vereda. Lo que estaba pensado
en 2010 era tomar las aguas del arroyo Pérez, ahora también hubo que pensar en
el arroyo Regimiento”.
La finalización del ‘proyecto estructural de canalización del arroyo
El Gato’, tal
su nombre, se estipula en 3 años. Se trata de trabajos por $1.973 millones que,
según el ministro de Infraestructura provincial Alejandro Arlía, garantizarían
el rápido escurrimiento de las aguas en caso de lluvias de hasta 65 milímetros por
hora. Según otro proyecto presentado en esa cartera por el ingeniero Claudio
Velazco en agosto de 2013, las “obras estructurales básicas” requerirían una inversión
inicial de $6.887 millones para las cuencas de los arroyos de la región.
Obras
municipales
Las acciones realizadas desde el Municipio son menores en comparación
con la magnitud del proyecto provincial. Una de ellas consiste en la adecuación
y limpieza de los arroyos Carnaval, Martín, Rodríguez y Don Carlos. También
corrió por cuenta de la administración local la ampliación de un reservorio
ubicado en 131 y 58, cuya función es la de derivar momentáneamente las aguas que llegan
desde las alcantarillas para que, por bomba o por drenaje, vuelvan al conducto
natural. Según el gobierno municipal, está previsto que se construyan otros
cinco reservorios.
Desde la comuna también se construyeron puentes destinados a mejorar el
escurrimiento de los cursos de agua e impedir los ‘efectos dique’. “Tanto las
vías del ferrocarril como el camino Centenario están puestos transversalmente
al arroyo Del Gato, entonces son necesarios grandes puentes abajo para permitir
que escurra el agua”, expresó Gil, y agregó que “hay una polémica sobre si la
autopista Buenos Aires-La Plata fue un dique o no. Tengo algunas fotos que
indican que sí lo fue, aunque hay algunos especialistas que dicen que ya tiene
suficientes puentes”.
Correspondencia
entre fallecimientos y zonas inundables
Jorge Ernesto Gil se tomó el trabajo de juntar la información necesaria
para armar un mapa que compare los lugares donde se encontraron muertos, las trazas originales de los arroyos y las áreas de mayor inundación (ver mapa). Para conocer
el nombre y lugar de aparición de las personas fallecidas se basó en
publicaciones de diversos medios, en datos de la investigación a cargo del juez
Luis Federico Arias y en los aportes que los ciudadanos realizaron a través de
la red social Facebook.
“Es impresionante cómo coinciden esas víctimas con esa traza de los
arroyos; no era muy difícil saber cuáles eran las zonas de riesgo”, señaló el
arquitecto. Los mapas utilizados para la comparación de datos fueron elaborados
por el Instituto de Geomorfología y
Suelos, el Consejo Federal de Inversiones y el Departamento de Hidráulica de la
Facultad de Ingeniería de la UNLP.